domingo, 5 de octubre de 2008

Almuerzo del Domingo

Es cierto que no hay compromisos, mas que los obvios, uno llega y nadie te dice nada, no hay focas, no hay problemas, nada de aquello tan incomodo, que solía ocurrir años antes... ahora solo tranquilidad.
Ciertas palabras que se cruzan para continuar con la tranquilidad, logran quebrarla un rato.
Cada uno en su espacio, cada uno en lo suyo.
Tengo la libertad de hacer y deshacer con auspicio, y no lo digo por jactarme, es solo que "...se dio de ese modo...", un niño grande con juguetes para grandes. Da igual el gasto ("consciente"), da igual el tiempo, o el que hacer... lo que uno decida esta bien para el otro, son tolerantes y nos aceptan como somos.
Pero hay una sola ley, y que rige por sobre todo.... y es que el domingo almorzamos juntos,
aunque no hablemos tanto, aunque respetemos nuestro espacio, aunque nuestras voluntades no estén presentes, y ahora me gusta que sea así.

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